Espero que os gusten.
Ingredientes:
250 gr. de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente- punto pomada)
500 gr. de harina normal tamizada
1 huevo grande
250 gr. de azúcar glass
2 cucharadas de leche
Preparación:
En un bol grande echar la mantequilla y con la ayuda de las varillas eléctricas vamos batiendo y añadiendo el azúcar glass hasta que blanquee y quede todo bien mezclado.
Añadimos el huevo y batimos hasta que se integre. Incorporamos la leche y mezclamos.
Añadimos la harina tamizada, en tandas, y con la ayuda de una espátula vamos mezclando hasta que quede todo bien integrado.
Para el que lo hace a mano, como una servidora, este paso es el que lleva mas trabajo...vamos que hay que hacer brazo!!...por que la masa se va espesando y cuesta mas mover. Hay que seguir moviendo hasta que se hace una bola. Si veis que los ingredientes están integrados pero no se hace la bola la metéis unos minutos (5 por ejemplo) en la nevera para que se enfríe la mantequilla y podréis trabajar con ella.
Sacáis la masa del bol y en la mesa de trabajo la dais forma de bola y la cortáis por la mitad.
Extendéis una hoja de papel de horno (papel vegetal) y ponéis uno de los trozos sobre él (hacia el centro). Colocáis otro papel de horno por encima y con la ayuda de un rodillo comenzáis a estirar la masa hasta conseguir el grosor que deseéis para vuestras galletas (unos 3 cm esta bien). Se utiliza papel de horno para estirar por que de esta manera no será necesario utilizar harina para que no se pegue la masa a la mesa de trabajo y las galletas quedarán más ricas al no tener ese exceso de harina.
Hecho esto, hacéis lo mismo con el otro trozo de bola y metéis ambas en la nevera durante una hora al menos. Sin retirar el papel vegetal.
Pasado ese tiempo llega la parte divertida. Precalentáis el horno a 160 ºC, opción arriba y abajo. Sacáis primero una de las masas y comenzáis a cortar vuestras galletas que iréis colocando en la bandeja del horno con una hoja de papel vegetal para que no se peguen. Dejar un poco de separación entre unas y otras.
Si al manipularlas notáis que se ablanda la masa, la metéis de nuevo en la nevera para que se enfríe la mantequilla.
Una vez cortadas y colocadas en la bandeja, las llevamos al horno y las dejamos hasta que los bordes se doren, entre 10-12 minutos, pero os aconsejo que esteis pendientes y las saquéis cuando se doren los bordes como os decía.
Las dejáis en la misma bandeja unos 5 minutos y después retiráis a una rejilla y las dejáis enfriar del todo.